Hàblele mucho, hable con ella , le dice el enfermero Benigno, (Javier Cámara) a la familia que desespera que Alicia regrese del sueño imprevisible, internada en coma en el hospital, En “Hable con Ella ”, de Pedro Almodóvar. (1) Mi tío está ahí, debajo de su cuerpo enorme al que la cama de terapia intensiva le queda chica. Cuando le hablan mira pero no ve. Intenta hablar y parece reaccionar cuando le mencionan las palabras “comida” o “San Lorenzo” o la frase “volver a casa”. Mi dos primos son dos las dos caras de lo inevitable: el pesimista, que piensa lo peor, como si algo pequeño y distinto lo cambiara todo, y el optimista que sabe y piensa posibilidades con la consciencia de que no ocurrirán mientras me cuenta desde su vida de camillero de ambulancias lo cruel que pueden ser los otros, los médicos, nosotros, todos, con los que son viejos y ya no tienen control sobre su cuerpo. ¿Qué hay ahí adentro, de lo que nosotros vemos? ¿Qué hay ahí, en la cabeza, entre la sangre que no