Los Contrabandistas de Objetos. Por el Colectivo 17. En El Recoleta.
La historia está hecha de objetos y las cosas tienen su propia vida, su historia personal con nosotros: comprados, con olor a nuevo o de feria americana, recibidos de presentes inesperados, indeseables como pañuelos; medias en los cumpleaños; objetos que perdimos, nos robaron o regalamos a personas olvidadas. Pasados de mano en mano por generaciones, encontrados en la calle, ocultos al fondo de bibliotecas, escondidos en cajas de zapatos, guardados en la mesita de luz, en relicarios o cajas de bombones dentro de los cajones de la cómoda. Caídos en los placares, dejados en consignación en casas de empeño, o bajo custodia en el dormitorio de un amigo, en bolsas llenas de polvo en la baulera o el galpón del fondo. Souvenirs de nuestros viajes, compras apresuradas de free-shop. Nuevos, relucientes o con restos de humedad conseguidos en un cambalache, coleccionistas de elefantitos de cerámica o imanes para la heladera, increíbles y horribles, llenos de amor y de horror, los